El desarrollo de nuevos hábitos de consumo derivados del comercio electrónico han supuesto un crecimiento importante del reparto de mercancías, que genera grandes retos a nivel logístico.

El reparto de última milla se realiza mayoritariamente mediante furgonetas y motocicletas (en general propulsadas por combustibles fósiles) o bicicletas. Esto resulta en sistemas poco eficientes y muy contaminantes.

En este contexto, queda clara la necesidad de un nuevo medio de transporte que considere todos los aspectos para optimizar la entrega de última milla:

• Alta maniobrabilidad.
• Optimización de las rutas de reparto.
• Uso de vehículos más ligeros y sostenibles.

En este contexto, surge una oportunidad que se materializa en el proyecto MOSIC, donde se contempla responder a las limitaciones existentes mediante un sistema de reparto de última milla dotado de:

1. Sistemas eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Esto exigirá el empleo de nuevas tecnología y materiales, la reducción de consumos y diseños eficientes.
2. Sistemas integrados: los vehículos se comunicarán y se integrarán en sus operaciones, siendo una misma entidad global la que lo gestione, a diferencia de la separación actual entre los medios aéreos, terrestres y marítimos. Los sistemas deberán por ello comunicarse entre sí para permitir un funcionamiento eficiente y coordinado tanto en áreas muy pobladas de alta densidad, como en áreas remotas en las que el problema es más la posibilidad de conexión.
3. Sistemas autónomos e inteligentes. los elementos (vehículos o infraestructura) deberán ser capaces de adquirir los datos de entrada que necesiten, interpretarlos, y en consecuencia realizar su propia operación a partir de su propia programación. La interpretación de los datos y el cálculo se podrá realizar tanto de manera local como distribuida en la nube.

MOSIC aborda esta problemática del reparto de última milla con un sistema de vehículos terrestre y aéreo que colaboran de manera autónoma entre sí y cuentan con sistemas de propulsión eficientes sobre plataformas aligeradas y de bajo impacto y sistemas de conducción inteligentes tanto para la selección de rutas (localización y detección de obstáculos en tiempo real) como para el confort y seguridad de la carga y ocupantes (sistemas inteligentes de suspensión).

Es decir, la propuesta final que se realiza en este proyecto es integrar ambos vehículos en una única aplicación que posibilitará el acceso a lugares y puntos en los que el vehículo terrestre no podría acceder.

El uso de vehículos funcionando de manera coordinada es un gran reto porque necesitas sistemas que permitan el posicionamiento relativo de uno respecto a otro de manera precisa y en tiempo real, para cualquier tipo de situación climatológica.

Es por ello que en la demostración final se probará que el prototipo completo se puede desplazar eficazmente por un entorno urbano, desplegar el dron para que este realice una entrega, y que el vehículo aéreo retorne al vehículo terrestre, aterrizando sobre el primero sin daño ni riesgo a terceros.