Las soluciones de refrigeración actuales para el sector de las energías renovables parecen haber tocado fondo y llevan tiempo sin evolucionar en términos de coste, vida útil, fiabilidad y mantenimiento.

Las únicas alternativas que permiten reducir costos vienen de la fabricación de los componentes en países como China o India, si bien no ofrecen la fiabilidad requerida por este tipo de sistemas.

Surgió así, en 2016, la empresa ALAZ ARIMA, para ofrecer al sector un nuevo sistema de refrigeración basado en unos dispositivos conocidos como termosifones, que emplean el cambio de fase de un fluido para la transferencia de calor.

Los termosifones son unos dispositivos sencillos y altamente eficaces, pero que encierran una gran complejidad tecnológica, al existir múltiples variables de diseño. Pocas son por ello las soluciones que empleen esta tecnología y estén presentes en el mercado, y desde luego ninguna dentro del sector de las energías renovables.

Son muchos los aspectos en los que se requiere profundizar en la investigación y estudio, de cara a comprender mejor el comportamiento de los termosifones y poder así desarrollar, en un futuro, soluciones optimizadas. De hecho, parte del comportamiento del termosifón ha sido observado de manera experimental, sin existir literatura ni documentos previos al respecto.

Es necesario, por tanto, investigar sobre la influencia de distintos parámetros y fenómenos en el comportamiento de los termosifones, con el objetivo de poder modelizarlo y documentarlo.

Surge así la colaboración con entre ALAZ y NAITEC para, a través del modelizado, conocer la influencia de las distintas variables en el comportamiento del sistema de refrigeración basado en termosifones de ALAZ.

El objetivo general es investigar acerca de los límites tecnológicos de operación de un sistema multitermosifón a través de la modelización de su comportamiento para obtener nuevos conocimientos acerca de la influencia de distintos parámetros de diseño.