Por este motivo, la detección precoz es la mejor estrategia a seguir en la lucha contra esta enfermedad. Permite atacar el tumor en sus estadíos tempranos y disminuye así las probabilidades de que genere metástasis, que es la causante del 90 % de las muertes por cáncer.

En este contexto de detección temprana, las pruebas de screening han demostrado su alta efectividad en diferentes tipos tumorales. El elevado rendimiento mostrado por estas pruebas hace del desarrollo de nuevas herramientas de screening un campo de investigación de gran interés, sobre todo para tipos tumorales para los que no se dispone de herramientas eficaces de detección.

La biopsia liquida se ha postulado durante los últimos años como uno de los métodos de screening con mayor potencial, al proporcionar de modo no invasivo información durante los estadíos tempranos de la enfermedad.

El análisis de la biopsia líquida permite caracterizar el tumor y diseñar un tratamiento personalizado. La prueba consiste en una extracción de sangre periférica del paciente, siendo por tanto una técnica no invasiva, libre riesgo.

El objetivo de la prueba es detectar ADN, componentes acelulares o, en el caso que nos ocupa, células tumorales circulando por la sangre, conocidas como células tumorales circulantes (CTCs). Aunque faltan estudios concluyentes realizados con números suficientemente grandes, los estudios preliminares realizados indican que la presencia y el número de CTCs en sangre están relacionados con el pronóstico del paciente.

Concretamente, el dispositivo permitirá el aislamiento de poblaciones de interés combinando una primera etapa basada en fuerzas inerciales para eliminar las células no tumorales, las cuales representan el 99% de las células sanguíneas, con una segunda etapa en la que el dispositivo explotará las diferencias en el fenotipo eléctrico de los diferentes tipos celulares de la sangre y de las CTCs, con el fin de aislar las mismas del remanente de células sanguíneas que continúan en la muestra tras la etapa inercial.

Estas CTCs aisladas podrán posteriormente enriquecerse y emplearse en la investigación de nuevos tratamientos oncológicos.